El tiramisú, que traducido significa "levántame", es uno de los postres más populares de la cocina italiana y suele estar presente en la mayoría de las cartas de muchos restaurantes. Realmente el tiramisú es un postre improvisado; por eso tiene muchas interpretaciones. Sin embargo, desde mi punto de vista, a un buen tiramisú nunca puede faltar ni el ron ni el "mascarpone". Mucha gente lo prepara con mascarpone y huevos pero a mi me gusta más con nata y mascarpone.
Grado de dificultad: muy fácil
Ingredientes: (para 12 porciones)
- 500 ml de café expreso fuerte, enfriado.
- 125 ml de ron
- 375 g de vainillas o de bizcochuelo cortado en tiras
- 125 g de azúcar en polvo.
- 250 gr de queso mascarpone
- 500 ml de nata para montar
- 125 gr de virutas de chocolate blanco para decorar
- 4 cucharadas de cacao en polvo
Preparación:
- Mezcla el café con el ron (el café debe estar completamente frío) y reserva.
- Monta la nata agregando el azúcar poco a poco, una vez montada, agrega el queso mascarpone y mezcla todo con el mismo montador de nata. Reserva.
- Toma una fuente ovalada o cuadrada de unos 7-10 cm de profundidad y empieza a montar el pastel de este modo:
1) Acomoda la mitad del bizcochuelo en la fuente y moja con la mitad de la mezcla de café y ron.
2) Vierta la mitad de la mezcla de queso y nata.
3) Espolvorea con la mitad de chocolate en polvo.
4) Repita los pasos 1), 2) y 3)
5) Termina el pastel decorando con las virutas de chocolate.
6) Cubra el pastel y refrigere durante 8 horas o toda una noche antes de servir.
El queso mascarpone, el café y el bizcochuelo pueden ser de cualquier marca pero saldrá mucho mejor si es de buena calidad.
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